La canción-obsesión de esta temporada. Simplemente perfecta.
Pasando por un momento difícil en mi vida, encontré alivio al escribir, quise compartirlo y aquí está...
viernes, 28 de noviembre de 2014
Construyendo muros
Hace un tiempo ya que no escribo. Cuando todo parece brillar prefiero pensar en su belleza, por eso me distraje. Parece que cada vez que escribo es porque me hacen algo, siempre la víctima. Como quien no quiere la cosa me coloco en situaciones ideales. Ideales para el sufrimiento, o como prefiero llamarle, "el algo." Se supone que el amor es lo más puro que se debería sentir, debe ser como un tornado. Sin saber como se origina solo llega. No obstante, en mi caso siempre ha sido lo contrario, mi vida es aburrida, no siento nada. Quiero sentir "algo", quiero enamorarme aún si no tengo motivo, no importa, los motivos llegarán luego. Siempre he sido así, bueno no siempre. ¿Está mal si aún lo culpo a él? ¿Está mal si aún culpo a mi primer amor? Claro, él fue mi primer amor, pero yo fui nada para él. Llegó como un tornado, como se supone debería ser, pero yo era inocente, yo aún lo creía todo. Aún no necesitaba nada, todavía era feliz. Aún era feliz, hasta que él llegó, hasta que me enamoré. Él lo notó, y lo uso. Robó mucho de mi, no tanto como le hubiese gustado, pero si más de lo que debería haber permitido. Entre las cosas que robó estaba mi capacidad de confiar. Después de él, solo busqué a alguien para olvidarlo, y lo encontré. Luego busqué a alguien para olvidar al siguiente. En mi defensa él no salía de mi cabeza, cada segundo él estaba ahí.Siempre creí que encontrar a alguien era la única forma de aliviar el dolor. Solo encontrar a alguien que ocupara mis pensamientos, cosa que por supuesto que funcionaba. Me encargué durante tantos años de buscar distracciones, hasta que me di cuenta que nadie es perfecto. Pero aún así yo quería perfección, y si una persona no me la daba la encontraría en muchos. Así fue como empecé a salir con varios al mismo tiempo. Debo admitir que el sentimiento de ser querida por muchos es abrumadoramente reconfortante. Sin embargo, no era suficiente. Claro, nunca lo es. Me tomó un par de años darme cuenta de cual era el problema, desechar personas en cuanto me percataba de sus imperfecciones. Dije que volvería al buen camino, dejaría de usar a las personas y derrumbaría los muros que protegían mi corazón. El resultado, dos veces me rompieron el corazón y comenzó mi depresión. Quien lo diría, yo solo quería dejar de ser una mala persona. De todos modos, no quise volver a lo que era antes, bueno, no del todo. Mentiría si dijese que luego del segundo corazón roto no jugué un rato, pero es como dicen "es mejor haber amado y haber perdido que jamás haber amado." Así que llegó el día, el día en que mi amigo cercano, alguien que estaba prohibido para mi, se volvió algo más. Él me gustaba, de verdad me encantaba, pero él tenía a alguien más, y yo... Yo tenía a alguien más también. Mantuve mi distancia como era debido, bueno no lo hice. Él era demasiado importante como para solo alejarme, pero me aseguré de nunca esperar nada y de nunca querer algo más. Solo éramos amigos, esa línea estaba clara o al menos eso creía. El mundo continúa mientras te esfuerzas en calmar tus sentimientos, y el hecho de que mi novio en ese momento actuaba como si yo no existiese el 90% del tiempo no ayudaba. Puedo decir que fui fiel, a pesar de todo quería a mi novio y me dolió que todo terminase, no lo suficiente para llorar. Mi amigo estaba ahí cuando leí el mensaje "We have to break up, sorry Ana." A esas alturas no necesité más, ni siquiera una explicación, eso fue suficiente. "Lo intenté, me esforcé... y me dolió" eso pensé. Con el celular aún en mis manos y voz sorprendida, a mi amigo solo le dije "él y yo terminamos..." y mi amigo dijo "ya veo." Y nada cambió... eso pensé. O tal vez sí cambió, ya que me besó, ese mismo día, pero horas después. ¿Perfecto no? Pasé unas horas sola y de pronto la persona a la que intentaba ver como un amigo me besaba, pues no. No era perfecto y por mucho tiempo me provocó más tristeza que alegría. Yo estaba sola, sí, pero él seguía teniendo a alguien. Y yo ni por un segundo lo olvidé, de hecho si lo hubiese intentando hubiese sido imposible. Éste no es el final, muchas cosas más sucedieron, pero lo diré luego. Por ahora este lugar ha cumplido su objetivo de ser, ahora me siento mejor, y también pude recordar mucho de lo que he pasado.
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