Normalmente tengo mucho que decir sin importar la situación. No soy la clase de persona que no sabe llevar una conversación, pero solo hay un tema del que nunca... nunca puedo opinar y es la muerte. En un momento común puedo expresar lo que opino: No creo en la vida después de la muerte. Pero cuando alguien cercano a mí sufre la pérdida de un ser querido es doloroso no poder dar palabras de ánimo, cuando aún yo no he podido superar el fallecimiento de esa persona importante para mí... Lo único que he hecho es archivar esos sentimientos, pero solo recordar y leer esa entrada del blog provocaron que no pudiese dejar de llorar. Aún así mi propósito en este momento es motivarlo a él, quiero decir algo que lo haga sentir mejor pero no sé que decir...
Hoy no estás bien, lo sé. Decir que mañana será un nuevo día y que estará mejor no se aplica en este momento, a pesar de ello quiero decir algo, quiero que estés bien. No sé que palabras usar ni como ordenarlas para hacerte sonreír, y pienso que tal vez el simple hecho de desear algo así es egoísta. Normalmente sé que decir y que no decir para animar a las personas, pero en circunstancias como esta suelo quedarme en silencio porque pienso que perder a un ser querido es lo más triste que puede suceder. Me gustaría decir algo para aliviarte pero no tengo el don del habla, solo puedo escribirte.
Desde el inicio de los tiempos el ser humano fue temeroso, le temía a todo lo que no se pudiese explicar, inventaba toda serie de mitos y creencias para hallar sentido en la naturaleza; pero más que nada le temía a la muerte. No importa a qué cultura te remontes, no importa lo duras o diferentes que sean sus ideologías, todos quieren creer que hay algo después: porque, es triste pensar que todo termine de alguna manera tan brusca y que no exista oportunidad de recuperar el tiempo. Si bien la fe no es lo mío al menos puedo afirmar que incluso podemos dudar de la realidad misma en la que estamos viviendo. Puedo decirte que no importa en qué creas siempre es la misma conclusión: las personas buenas son recompensadas. Pero puedo ir más allá y compartir algo de mi propio pensamiento: cuando alguien se va no sufre, no lo sabe y no importa donde esté será mejor que aquí; en momentos así los que sufren son los demás por el cariño, por la falta que hará y sí, es cierto. No puedo ser insensible y decir "no estés triste" porque cuando ves algo desde afuera puedes tener mil ideas, miles de comentarios positivos, millones de buenas intenciones; pero a fin de cuenta nada de eso ayuda. Por eso, si estuviese cerca de ti, me quedaría callada y no escribiría nada de esto, solo me acercaría y te daría un abrazo o muchísimos de ellos; mas estando de ésta manera no encuentro algo más que hacer... Puedo decirte: Te quiero y me importas, los días en los que te conocí eran de los más difíciles para mí y tú tienes ese don de arreglar muchas cosas aun sin saberlo, admiro eso de ti. Solo quiero que sepas que no importa el momento, lo que te suceda siempre me importará y también seré feliz al escuchar todo lo que tengas que decir.
Eso fue lo único que pude escribir, me gustaría pensar que ayudará en algo pero en lugar de eso siento un vacío en el estómago al pensar en que si lo lee tal vez se moleste o incluso se sienta peor...
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