La primera es una de las más antiguas que recuerdo, empieza así:
-Estoy en mi casa pero siento que hay algo diferente, los pasillos parecen ser más largos y me siento algo mareada, camino y trato de encontrar a alguien y entro a mi habitación. Ahí la encontré a ella, una niña, vestida de blanco, despeinada con una mirada tenebrosa y un rostro horrible, me miraba fijamente mientras se acercaba a mí y yo estaba totalmente inmóvil, caí sentada al suelo, ella estaba justo frente a mí, entonces pensé: "Algo así es totalmente imposible, ésto no puede suceder, debe ser un sueño" me pellizque el brazo y no sentí nada, lo hice de nuevo un par de veces y ciertamente confirmé que estaba atrapada en un mal sueño. Cerré los ojos y me repetí debo despertar, debo despertar. Luego los abrí nuevamente, estaba acostada en mi cama, me calmé y me senté y dije: "por fin desperté de ese sueño tan horrible". En ese momento alguien me responde, alcé la mirada y la vi, sentada allí frente a mí en el borde de mi cama, la misma niña demoníaca, ella me dijo: "No, no has despertado", mientras sonreía y mostraba sus horribles dientes. En ese momento sentí como si me desvaneciese, entonces abrí nuevamente los ojos, el mismo escenario se repetía una y otra vez... Llegó un momento en el que pude realmente despertar, tomé un vaso de agua y volví a dormir (tengo cosas que hacer, no puedo darme el lujo de desvelarme por una simple pesadilla), volví a dormirme y ahí estaba nuevamente ella: "ya volviste" me dijo, yo sólo asentí con la cabeza y luego respondí: "¿estoy dormida no? Aunque no disfrute este sueño necesito descansar, no moriré por esto así que aquí me quedo". Ella sonrió y dijo: "¿Segura de que no morirás?" seguido de eso de abalanzó sobre mí, se sintió extraño, podía ver como su garras desgarraban su estómago y comprobé que no es del todo cierto eso de que no sientes nada mientras duermes, yo lo sentí, un fuerte hormigueo y una sensación de vacía. Cerré los ojos y me dejé llevar... No tengo más recuerdos de aquella noche.
Un dato interesante, yo tenía de 7 a 9 años de edad cuando tuve ese sueño y dejó una impresión tan fuerte en mí que aún lo recuerdo muy claramente.
Ahora un sueño algo más reciente, el año pasado...
-Nuevamente estaba en mi casa, específicamente en la cocina. Todo se veía normal, como siempre, hasta que me asomé a la puerta, todo era diferente. La casa de mi abuela era más pequeña y no había carretera, solo un largo camino diagonal que salía desde mi casa y se perdía en el horizonte, aún así nada iba mal, pero luego vi el camino, algo se acercaba, podía ver como ese "monstruo" de aspecto repugnante, cuadrúpedo, calvo sin ojos, deforme, con una enorme boca y horribles garras, se acercaba hacia mi, tan lentamente que el miedo se transformaba en desesperación, intenté cerrar la puerta, pero no estaba... no había puerta... caminaba por la cocina mientras pensaba en que hacer y me asomaba por la ventana y la puerta; "eso" no se iba seguía aproximándose muy lentamente como si le costara moverse. Volví al centro de la cocina y estaba cada segundo más aterrorizada, entonces apareció frente a mí, la última persona que esperaba ver: yo misma, por supuesto que me reconocí, solo que era más alta y se notaba que era mayor que yo. Me quedé callada un momento y luego de dije: "¿Esto es un sueño, cierto? Ella me miró y respondíó: "Sí, lo es". "Si es así, entonces dime como salgo de aquí, es horrible, quiero despertar" contesté. Algo en ella cambió, en su rostro podía ver como trataba de ocultar una sonrisa, luego de un momento de silencio por fin habló: "Si quieres salir de aquí solo debes morir..." Sin que yo pudiese responder nada, sacó un cuchillo envuelto en un trapo blanco y me lo mostró, lo desenvolvió y lo puso en mis manos y dijo: "muere" antes de desaparecer. Era un cuchillo de carnicero, tenía pequeños dientes y carecía de punta, guardaba una semejanza con una sierra. Pensé en lo que dijo, y me decidí: "Ella es yo, solo obedeceré". Tomé el cuchillo y expuse mi muñeca, trate de cortar, pero el cuchillo carecía de filo y parecía oxidado, por más que lo intenté no veía ni una gota de sangre y solo me provocaba un horrible (pero inútil) ardor. Luego de un rato me rendí, no podía seguir haciendo eso. Me fijé en la "cosa" y mi miedo aumentó cuando me percaté que ya estaba a mitad de camino y parecía como si apresurase el paso. Estaba sola, asustada y no tenía idea de que hacer. Me senté en el suelo y solo pensaba en despertar. Tuve una idea, si sentía dolor tal vez despertaría, estaba recostada a la pared así que giré de modo que pudiese ver como "eso" se aproximaba e, irónicamente, cerré mis ojos. Empecé a golpear mi cabeza contra la pared mientras repetía: Quiero despertar, quiero despertar, quiero despertar... Estuve haciendo eso durante un tiempo, demasiado, mientras sentía como empezaba a correr la sangre desde mi cabeza. En un momento abrí los ojos y ya no estaba allí sentada, estaba de pie unos pasos más hacia dentro de mi casa y frente a mí, una niña de aproximadamente cinco años. Le pregunté: ¿Dónde está el monstruo que venía hacia acá? y ella levantó la mirada y dijo: Está detrás de ti. Di la vuelta y efectivamente allí estaba, pero en menos de un segundo me atacó, sentí como si cayera e inmediatamente desperté en un prado con flores. Vi a la joven que parecía ser la versión adulta de mí, estaba parada a mi lado y le dije: -Parece que morí. Ella contestó: -Sí, fue eso.
Encontré un sitio interesante, http://sobreleyendas.com/2009/06/08/las-moras-fabricantes-de-pesadillas/, a pesar de no creer en criaturas mitológicas me encanta leer sobre la mitología y creencia de pueblos antiguos, parece que invertiré mucho tiempo leyendo aquí...
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