viernes, 16 de mayo de 2014

¿Cómo hacer enojar a Anna en 15 minutos?

Creo que hace tiempo que no recordaba uno de mis grandes "temores", por llamarle de alguna manera,  aunque tal vez no sea un "temor", solo es algo que me molesta y me lastima demasiado... El "rechazo" o mejor dicho que me digan no o me nieguen algo. Soy la clase de persona que pide algo muy pocas veces y que no insiste demasiado.

Recordé este aspecto de mi personalidad porque hace tiempo no sucedía alguna situación así. Hoy fui a la universidad porque un amigo me lo pidió (ya todos los demás que van al Arkansas dejaron de ir, yo sigo yendo por mis amigos). Hoy en la tarde había examen parcial de química, él ayer me dijo que hiciera el examen para acompañarlo mientras esperábamos desde la hora de salida 12:00 pm hasta la hora del examen 2:00 pm. Le dije que estaba bien. 

Llegué tarde pero me senté enfrente de ese amigo. Entonces él sacó su celular y lo puso en mi silla y yo recordé que suele quejarse porque se queda sin batería así que no lo toqué y le dije hoy no voy a usar tu celular para no descargarlo, pero él me dijo "hay algo que quiero mostrarte" y me enseñó un nuevo modo  del juego que recientemente descargó y que generalmente jugamos juntos, empecé el juego pero como una amiga iba a exponer una charla decidí pausar el juego y verla. Luego de un rato le pedí el celular para ver lo que el había dicho que quería enseñarme, y me dijo que no; le pregunté ¿por qué? y dijo que le quedaba solo la mitad de la batería. Le contesté que yo no le había gastado esa mitad y dijo que no, pero que podría gastar la otra. De nuevo le dije: préstamelo ¿por favor? y me responde no. Le dije oh bueno está bien, y me quedé viendo la exposición en silencio. Después de unos minutos el colocó su celular en mi silla, justo al lado de mi mano y yo solo bajé la mirada un momento, la alcé de nuevo y continué viendo la charla, no me moví ni un milímetro. (Desde aquí usaré los guiones de diálogo porque eso de escribir responde, contesté o dijo es muy redundante)
-¿Estás enojada?
-No ¿Por qué?
-No tomaste el celular. ¿Estás molesta?
-No para nada, estoy viendo la charla
-¿Segura?
-Por supuesto (tono de sarcasmo leve)
-Está bien, si no quieres jugar... 
Tomó el celular de mi silla y lo guardó. 

Salí del salón y sentí como las lágrimas amenazaban con inundar mis ojos. Lloro por cualquier emoción negativa y más que por tristeza, lloro por rabia. Así que decidí ir al baño, pensé en dirigirme al más cercano pero ese no es mi lugar... Sí, tengo un baño especial para llorar en la universidad, así de mal estoy. Bajé las escaleras pensando en mi lugar de llanto, el baño cercano a los laboratorios, detrás de los casilleros, el último cubículo al fondo. Caminaba a paso rápido con mi sonrisa falsa como máscara mientras me concentraba en no llorar antes de llegar al lugar seguro, pero alguien me interrumpió un amigo que me incluyó a la conversación de su grupo de amigos, así que no pude desahogarme en el momento y tuve que continuar con ese sentimiento como una espada atravesando mi corazón mientras que mi actuación ya no solo abarcaba una sonrisa falsa, también incluía risa, comentarios sarcásticos y graciosos y afirmar con la cabeza y una sonrisa cuando alguien decía algo aparentemente importante o hilarante. Si ven que camino por un pasillo con paso rápido y una sonrisa falsa... no me hablen y déjenme llorar tranquila, no es que pueda decir eso en voz alta. No conforme a eso entre el mencionado grupo de amigos estaba "el idiota", sí el exnovio que es inspiración para todas las antiguas entradas de despecho en el blog, diría que fue algo malo pero no, en realidad cada vez que lo veo me alegro de saber que es parte del pasado y compruebo una y muchas veces que todo es mejor sin él. Lo que me inquieta es su mirada, si estamos en el mismo lugar él simplemente no puede apartar sus ojos de mí, sigue amándome lo ha dicho muchas veces el último mes y sé que es cierto, pero esa mirada triste y enamorada que me acosa me trae demasiados recuerdos buenos y malos... Me desequilibra por momentos.

No mentí, no estaba enojada, es algo diferente, una mezcla de sentimientos. Es algo un tanto difícil de explicar así que haré una lista de "Hechos y afirmaciones con las que justifico mi reacción"

  1. Yo rara vez pido algo a alguien precisamente porque sé que si me niegan algo inmediatamente lo interpretaré como rechazo.
  2. Creo que no existe nada más doloroso para mí que ser rechazada. Muchos creen que el rechazo solo existe en el sentido romántico cuando alguien no corresponde tus sentimientos; mas realmente el rechazo también se da en muchas otras situaciones: cuando le pides ayuda a alguien y te la niega, cuando saludas a alguien y te ignora, cuando pides algo prestado y te dicen que no, cuando alguien no responde tus mensajes por horas y se muestra desinteresado, cuando le hablas a alguien y te responden de mala manera...
  3. Cuando pido algo que no sea por conveniencia, sino por entretenimiento como en este caso un juego, quiere decir que esa persona es muy cercana a mi y que a ganado cierto nivel de confianza con el que yo siento que no seré rechazada. (entiéndase conveniencia como una tarea, ayuda en matemáticas, preguntar por información...).
  4. La confianza antes mencionada es muy difícil de ganar y extremadamente fácil destruir.Generalmente luego de que una persona me dice no una sola vez no vuelvo a darle oportunidad para que lo haga.
  5.  Soy una persona orgullosa, no me gusta depender de nadie y solo pido ayuda cuando sé que es necesario pero no en extremo y que en caso de que no se me brinde no me afectará de ninguna manera. Aunque de todos modos estoy acostumbrada a resolver mis problemas sola, por lo que una situación en la que sea extremadamente necesaria la ayuda aún no se ha dado.
  6.  Tal vez sea peor que una persona rencorosa normal, lo que yo recuerdo no es lo que hicieron los demás, sino cómo esas acciones me hicieron sentir. Por eso algo que para alguien más no sea tan grave o doloroso, si me hizo sentir mal, se convierte en un mal recuerdo.
  7. Si hay algo que odio más a que me digan que no es que luego de eso "cambien de opinión" y esperen que yo acepte lo que sea que yo halla pedido antes.
  8. Jamás luego de que cambien de opinión podrán convencerme de aceptar algo ya sea ayuda, algún objeto o lo que sea, tengo orgullo. Lo más que podrán lograr será que pierda la calma y responda: "Entiende, yo no quiero nada de ti." (y sí, esa situación se dio. Alguien insistió demasiado y respondí de ese modo)
  9. Cuando estoy enojada no armo un drama, ni grito, ni discuto. Solo me quedo callada, evito mirar a los ojos y me voy de allí lo más rápido posible. ¿Por qué? No es que no sepa que decir, al contrario, soy demasiado volátil y tengo el "hermoso" don de saber justamente que decir o que punto tocar para destruir a alguien. Mis insultos estando enojada jamás incluyen las palabras "tonto, imbécil, idiota" u otro despectivo comúnmente usado; sino que dependen de la persona, acorde a quien sea y a la información que tenga con dos frases puedo hacerlos llorar. El problema es que se siente bien destruir a alguien, se siente hermoso arruinar a ese que te llevó a ese punto de enojo, es agradable ver como se queda en silencio o llora porque lo que dijiste fue tan fuerte que ni siquiera hay un insulto que lo contrarreste, se siente tan bien que no puedes detenerte; pero solo se siente bien en ese momento. 
  10. Antes he perdido el control y he dicho cosas demasiado terribles a personas cercanas cuando no tenía este mecanismo de "calla y huye" en caso de enojarme. ¿Otro problema? Yo no me disculpo, cuando pienso que no me he equivocado no tengo motivos y me da igual; pero cuando sé que soy culpable, que me equivoqué o hablé de más, tampoco me disculpo. Para mí una disculpa es lo mismo que una excusa, por eso digo: Sé que me equivoqué y no tengo una excusa que justifique mi comportamiento así que no te pediré que todo sea igual, hasta luego. El hecho de no decir disculpa, perdóname o pedir otra oportunidad es porque generalmente hay que rogar por esas cosas. Básicamente es tragarse el orgullo y humillarse una y otra vez mientras alguien sigue diciéndote que no y rechazándote hasta que dicha persona decida que ya te humillaste lo suficiente... Eso no va conmigo.
Algo que la mayoría de las personas hacen luego de hacerme enojar es creer que insistiendo o disculpándose o incluso bromeando mi humor cambiará, es su peor error conmigo. Si yo me molesto en caso de que sea con un hombre no hay forma, ni manera que pueda hacerme cambiar de opinión o alegrarme; bueno sí la hay, cuenta la leyenda que hace muchos años un chico descubrió la forma de calmar el enojo de Anna, muy sencilla en realidad. Uno de mis primeros novios y el que mejor supo manejar mi errática personalidad. Posiblemente porque era un mitómano, que leía a las personas mejor que nadie y sabía exactamente que decir todo el tiempo o tal vez simplemente aprendió poco a poco a leerme en tres años, lo hizo tan bien que me tomó un año percatarme de que tenía otra novia además de mi. No empezaré con el despecho, luego del drama de la ruptura seguimos siendo amigos, el fue mi apoyo durante tres años a pesar de eso, me conocía demasiado bien y jamás a pesar de todas las discusiones que yo provocaba en ese tiempo perdió la calma y se enojó conmigo. Creo que la forma en que congeniábamos era de las mejores que he tenido, solo con saber que me fue infiel y que no lo odio puede dar una idea de lo importante y lo bien que no llevábamos, hace muchos meses que no hablo con él. Me desvié un poco del tema, pero en fin la forma que él descubrió para calmar mi enojo obviamente no la diré aquí pero ya mencioné algo que evito hacer cuando me molesto precisamente porque es mi debilidad. Mis amigas la tienen mucho más fácil a la hora de calmar mis enojos, solo deben darme dinero, fin. No me digan interesada, es que tengo dos principios: 
-El dinero nunca está de más.
-Nunca aceptes dinero de hombres.
Respecto al primer principio soy alguien que cuando ve una oportunidad expone los pros y contras y toma una decisión, el dinero nunca está de más no es del todo cierto, la frase completa es "Mientras no me perjudique física o moralmente el dinero nunca está de más". El segundo principio tiene una razón de ser, una mujer jamás debe tener un precio para un hombre, sea amigo o algo más. Considero apropiado aceptar regalos o invitaciones tanto de amigos como de amigas, siempre y cuando haya alguna ocasión en especial, pero cuando un hombre da dinero en efectivo a una mujer en la mayoría de los casos esperan algo a cambio y eso queda guardado en su memoria: "mientras le dé dinero no necesitaré otras disculpas". Las frase completa sería "Nunca aceptes dinero, regalos ni invitaciones de hombres como disculpa". Por otro lado si es una mujer la que da eso como disculpa, a otra mujer sinceramente no hay tanto daño emocional ni se tiene esa tendencia a creer que te pertenece (también hay límites para eso, por supuesto).


Creo que no tengo nada más que reflexionar ahora, así que haré un esquema de cómo son las conversaciones cuando alguien responde que no y luego cambia de opinión.
-Oye, préstame x cosa por favor.
- No, es que (inserte excusa mediocre aquí)
- Por favor, no te molestaré tanto.
- No puedo
- Por favor ¿si?
-No.
- Oh está bien.- *Aparta la mirada y se queda en silencio
- Mmmm espera, sí te lo puedo prestar.
-Oh, no gracias. Está bien, no lo necesito ya.
- No, ten aquí está.
- No, gracias.
- ¿Estás enojada?
- No lo estoy no te preocupes, muchas gracias por tu amabilidad tal vez otro día pero hoy no.- *Tono de amabilidad y tranquilidad aparentemente sinceros pero con un mínimo toque delator de sarcasmo.
- No te enojes, ten. En serio no seas así.
- ¿No entiendes que no quiero nada de ti? Déjame en paz, alguien más me ayudará. *Tono de voz más alto y obviamente furioso.

Así es como son esas conversaciones generalmente, aunque dependen de dos cosas:
1- La cantidad de veces que lo pedí amablemente. Cada vez que lo repita el enojo se irá acumulando más.
2- La cantidad de veces que dicha persona insista en que acepte su ayuda luego de cambiar de opinión y las veces que mencione si estoy enojada o no. Más que la insistencia me molesta que digan que estoy molesta cuando es obvio.

Luego de lo que sucedió, en la tarde él me envió un mensaje diciendo que extrañó viajar conmigo en el bus. Todos los días tomamos el bus a casa juntos. Como es de suponer no respondí su mensaje.

Conclusión: Claramente él no sabía lo mucho que me molesta eso y como pronto me voy no voy a iniciar un pelea más grave. Solo lo veré tres días más luego de hoy, ya que mañana hay una clase especial de cálculo en la universidad pero no iré, no vale la pena. En otras circunstancias no iría ni siquiera esos tres días pero no quiero arrepentirme luego, el tiempo es tan precioso que un vez que pasa no solo no lo recuperas sino que te cambia a ti y a los demás.

Hay un dicho perteneciente a una paradoja, la paradoja de Teseo por si a alguien le interesa, que dice así: "Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos."  Los lugares, las culturas, los tiempos y las personas cambian tanto constantemente que alejarse de alguien que te gusta simplemente no es un privilegio que puedas darte; es mentira que luego de mucho tiempo y muchas experiencias esa persona siga siendo la misma cuando decidas volver. Eso lo pude entender bien con un anime que es de mis favoritos aunque muchos lo odien ya sea por su trama o su final (tiene incluso finales alternativos, no molesten), se llama "Kimi ga nozumo eien" o "La eternidad que deseaste". Sinceramente a pesar de los haters yo amo el primer final, el original. Muchos prefirieron el final alternativo, pero la verdad es que yo entiendo al personaje que todos odian y por eso la apoyo aunque también entiendo a la protagonista pero opino que en el final original ella tiene un mejor desarrollo. No explicaré porque el spoiler es un virus que debemos erradicar.

Encontré esta canción que pertenece a la película "una pequeña cosa llamada amor", amé tanto la canción como la película. Definitivamente los tailandeses saben dar mejores finales que los coreanos y los taiwaneses.

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