lunes, 26 de mayo de 2014

Él nunca me entenderá...

Últimamente el vacío en mi estómago, el nudo en mi garganta y las lágrimas sobrecargando mis ojos se han convertido en algo de cada día. Morder mi labio inferior para evitar llorar se ha convertido en una costumbre dolorosa. Invierto la mayor parte de mi energía en tranquilizarme para no llorar pero cada día es más difícil, debería estar feliz, debería sentirme afortunada, pero no puedo. Cuando decidí irme realmente no tenía nada ni a nadie a quien extrañar, al menos eso creía. Recuerdo como en el viaje a la entrevista para la beca estuve llorando durante horas, en ese tiempo estaba destrozada, luego llegué, sonreí e hice lo que mejor sé... fingí, fingí que todo estaba perfecto, fingí que era una persona centrada, confiada, decidida; los convencí de que era merecedora de esa oportunidad; pero solo soy una niña. Me gustaría poder jactarme de ser independiente, madura y segura de mi misma; pero sé que no lo soy, sé que tendré que madurar de golpe, sé que será difícil, pero sé que lo haré. La vida que estoy dejando es justo lo que siempre había deseado, por eso tengo que hacer que valga la pena. Creo que con estas palabras solo trato de animarme a mí misma, trato de decirme lo que me gustaría escuchar. 
Las cosas que necesito oír:
-Te extrañaré, pero no te olvidaré.
- Es tu futuro esfuérzate.
- Estaré aquí cuando regreses.
- Todo saldrá bien
La más importante: Sé que estas mal, sé que tu sonrisa es falsa, sé que todo lo que quieres es llorar pero te haces la fuerte. Es difícil, pero vale la pena. Estas asustada, es comprensible, pero no eres débil. Las personas a las que de verdad le importas estarán aquí siempre, no importa si te vas unos días o le das la vuelta al mundo, éste es tu hogar y tu familia y tus amigos te quieren y desean lo mejor para ti. No te pediré que te quedes porque sería egoísta, no lloraré frente a ti porque aumentaría el dolor. Te extrañaré pero sé que regresarás y aunque muchas cosas cambien tú siempre tendrás tu lugar en mi vida.

Nadie me dirá eso... Lo sé, pero necesitaba al menos verlo escrito. En este tiempo me he dado cuenta de que tu vida depende de tu actitud, de acuerdo a la forma en que actúes atraerás a el tipo de persona que te comprenda, conocí a ese tipo de persona y ellos me salvaron de mi misma, aún sin proponerselo. 

Algo muy importante con lo que trato de luchar es el hecho de apegarme emocionalmente a una sola persona y de apoyarme siempre en ella. Hay alguien en quien me gustaría poder apoyarme, pero esa persona tiene la misma personalidad que mi mejor amiga, es alguien bueno, que se preocupa por mí y es sincero, pero es una persona densa y despistada, él no se da cuenta de lo que yo siento, no sabe lo que me molesta, lo que me entristece, a pesar de hablar conmigo todos los días a veces siento que no me conoce, y no es que lo haga a propósito, sino que al igual que ella está demasiado encerrado en su mundo como para notar lo que siente alguien más.

 Lo curioso es que en lugar de enojarme esta vez, me pareció algo adorable, posiblemente porque ya aprendí que ese tipo de persona no cambia, incluso cuando se lo dices, solo es imposible para ellos, les falta algo de empatía y no se dan cuenta de lo que hacen mal o mejor dicho de lo que no hacen. Él nunca sabrá lo mucho que odio que me chateen para luego demorar en responderme, ni lo que me molesta que me dejan hablando sola, o como me enoja que cuando hablen conmigo me dejen con la palabra en la boca por prestarle atención a alguien más, tampoco entenderá que hay personas que simplemente no me agradan, que el hecho de que esté distraído hablando con otra mientras me chatea y trato de decirle algo importante para mí hace que automáticamente yo sea alguien fría y el nudo de mi garganta empiece a ajustarse... especialmente si ella no fue una persona agradable conmigo cuando intenté hablarle.

 Hay demasiadas cosas que me molestan y pocas veces las digo, por lo general espero hasta sentirme mejor y nunca digo nada, porque pienso que debería ser obvio, pero para ellos no lo es. Normalmente intentaría decir algo, pero no puedo. Yo, dejé de ser una niña caprichosa, dejé de exigir, dejé de enojarme; me cansé de todo eso. Solo dejo que las cosas que me hacen daño se acumulen, una sobre otra, como si tirara objetos inservibles en un closét, al cerrar las puertas puede parecer que todo está resuelto pero llegará el momento en que no lo soportará y se desbordará. Eso ya me pasaba antes, solo que yo estallaba y decía todo lo que me pasaba; ahora solo me alejo en silencio. 

Tal vez mi forma de manejar las cosas en lugar de mejorar se esté volviendo más enfermiza cada vez, retener mis sentimientos, tragármelos aunque raspen mi garganta, sonreír falsamente es algo que la yo de antes no hacía. Pero cada vez que mis sentimientos son lastimados nuevamente me vuelvo más fría, más calculadora, valoro menos las relaciones. Si algo no resulta no insisto en reparar lo que no esté bien, solo lo desecho, porque esas cosas que no resultan tienden a volverse dolorosas con el tiempo y el pánico que siento por el dolor simplemente no me permite resistir más. Pido mucho, lo sé. Desear con tantas fuerzas a alguien que me entienda, teniendo en cuenta lo compleja que soy, es egoísta.

Algo sucede conmigo, ahora considero muchas cosas como egoístas. Creo que mi visión de las relaciones resultó un poco dañada luego del último choque. Pedir importarle a alguien más es egoísta, sentirme celosa es egoísta, querer que alguien invierta su tiempo entendiéndome es egoísta, ser la prioridad de esa persona es egoísta, querer que sea solo para mi es egoísta, el amor... es egoísta; y yo... no quiero ser egoísta, pero no puedo evitarlo. Una vez dije mientras no digas lo que sientes, ese sentimiento aún no es real, aún no existe... solo está en tu mente; tal vez por eso no digo nada cuando me enojo... porque si lo dijera lo volvería cierto. Creo que mi afirmación está errada, los sentimientos siguen allí aunque calles, lo he comprobado, pero repetirme que puedo evitar que sea cierto me facilita un poco mi "actuación". Después de todo algún sabio dijo: "Eres dueño de lo que callas, pero esclavo de lo que dices". 

En conclusión cada vez mis barreras para protegerme se vuelven más nocivas para mis relaciones y no haré nada para evitarlo. No estaré expuesta de nuevo.

Yo amo a este artista, más que cantante es compositor. Lo he escuchado desde los 11 años de edad y aún siento escalofríos con su voz.

Cuando toca el piano se ve hermoso... Y esa canción en especial me trae demasiados recuerdos. Recuerdos de hace años, de hace meses, recuerdos de ayer, recuerdos de hoy.

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